domingo, 30 de diciembre de 2007

Análisis Psicosexual de Sportacus




Quien no conoce el boom de la televisión infantil llamado Lazy Town. Sea por tener una hermana pequeña y quedarse hipnotizado con ella viendo este bodrio o por la cagada de reportajes que hace Reporte Semanal uno termina enterándose. Es la ultima novedad en fiestas infantiles de Lima. Les hago un pequeña sinopsis antes de entrar en materia: Lazy Town (Pueblo Flojo) es un pequeño pueblo circular que se debate entre correrías de la vida cotidiana acicateado por las fechorías de un antihéroe andrógino (Roby Rotten, creo que así se escribe) y por los rescates acrobáticos heroicos de un superhéroe que ha enfocado su neurosis en el deporte y la comida sana (Sportacus). El elenco de la serie esta compuesto por tres seres humanos y el resto son muñecos de ojos saltones. Dos de los humanos ya los he mencionado, la restante es una niña funky llamada Stephanie que podría bien tener 25 años pero por cuestiones de apariencia física parece de 12. Usa peluca rosada. Suficiente introducción. He aquí el quid del asunto. Nuestro héroe, Sportacus, vive en un dirigible estilizado que esta siempre sobrevolando el pueblo. No tiene novia conocida y viste una suerte de chaleco deportivo azul sobre un polo licrado blanco con celeste. Usa una suerte de gorro frigio (como los de la revolución francesa) modificado que parece una media. A sí, y tiene un moustache a lo Dalí (no se por qué). El problema es el sgte: En Lazy Town Sportacus no tiene parejas posibles. Les planteo las posibles soluciones: a) Se casa con un muñeco (en todas sus variantes, desde el alcalde hasta con cualquiera de los chibolos ojones), lo cual, sería de muy mal gusto. b) Entra en una relación pedofílica de concubinato con Stephanie, o se casa con ella, caso en el cual ya no sería concubinato pero tb sería de muy mal gusto. Por lo menos en nuestra cultura, porque creo q en la India es normal. c) Busca a Roby Rotten en su guarida para formar una pareja gay. Me parece factible dadas las condiciones actuales del mundo posmoderno y el aparente ambiente de tolerancia multicultural de este trastornado pueblo (sostengo esta tesis de la tolerancia en base a que el alcalde es ligeramente moreno y su sobrina tiene el pelo rosado, cosa que no impide que se lleven bien). Sea como sea no se puede negar el turbio contenido de fondo de este aparentemente inocente programa infantil. Hasta la próxima, ya iremos ilustrándonos con mas apuntes sobre la personalidad de los seres que habitan los programas infantiles.